Emprender contra el miedo
Los jóvenes españoles no sueñan con un negocio propio, sino que desean ser funcionarios
Digan lo que digan, España no es un país de naturaleza emprendedora. El último estudio global de Emprendimiento Amway explicaba que el deseo por convertirse en emprendedor por parte de la sociedad española ha disminuido un 3% respecto al 2015, situándose en el 32%. De hecho, el último informe de Global Entrepreneuship Monitor (GEM) señala que el 50% de los españoles ve con buenos ojos la posibilidad de iniciar un proyecto propio, pero más del 40% tiene miedo a fracasar.
¿La principal causa? La cultura española. Una mentalidad y forma de vida que huye del riesgo en pos de la seguridad, pese a que si uno arriesga puede alcanzar un mayor reconocimiento profesional y realización personal. En España, la mayor parte de los jóvenes no sueña con tener un negocio suyo, desea ser funcionario. En base a la encuesta ...Y después de la Universidad, ¿qué?, elaborada por Educa2020 y Fundación Axa, el 25% de los jóvenes españoles quiere ser funcionario.
¿Es algo negativo? En parte sí, dado que no se puede negar la repercusión del músculo emprendedor sobre la economía de un país, como bien ha demostrado Irlanda a lo largo de estos años. Irlanda es en la actualidad el cuarto país más emprendedor de la UE y el duodécimo del mundo, según The Global Entrepreneurship and Development Institute (GEDI). Así, desde los inicios de la crisis hasta hoy, ha logrado reducir su tasa de paro juvenil al 20%. Además, ha pasado de ser parte integrante de los PIIGS a convertirse en la economía que más crece de Europa, con una tasa de paro en torno al 7% (al nivel del año 2008), en base a los datos de la Oficina Central de Estadísticas (CSO).
Mientras, España ocupa el trigésimo segundo lugar en el listado de países emprendedores, y maneja una tasa de paro juvenil del 42,9%, según la última investigación de la Encuesta de Población Activa (EPA). Y aún se sigue hablando de brotes verdes...
El emprendimiento favorece la creación de empleo, impulsa la competencia y la cooperación, facilita la evolución, la innovación y la transformación digital, necesaria y acuciante a día de hoy. Además, no se puede perder el foco en que los más beneficiados por un ecosistema emprendedor son los propios ciudadanos. Serán ellos quienes podrían acceder a una nueva y mayor oferta de productos y servicios, los que se aprovecharían de las mejoras tecnológicas propiciadas por el efecto de la competencia y el fortalecimiento de las diferentes industrias, los que, gracias a este nuevo paradigma, se verían beneficiados por la mejora de la situación económica: más políticas sociales, mayores ingresos per cápita, aumento del PIB, etc.
Y la gran pregunta: ¿Por dónde empezar?
Todo proceso comienza en la educación. Se debería modificar el sistema educativo actual, desde la formación primaria hasta la universidad, incluyendo los grados de Formación Profesional. En la actualidad, no existen los incentivos adecuados para generar emprendedores.
Por ello, se deberían fomentar en las aulas los valores y cualidades propias de un autónomo (la creatividad, la iniciativa, la asunción de riesgos, la búsqueda de oportunidades, la responsabilidad, etc), introducir asignaturas relacionadas con el emprendimiento y, si de verdad se quiere modificar el clima actual, el Gobierno y sus órganos representativos deberían proveer de dotaciones económicas, así como de los recursos necesarios para llevar a cabo esta transformación. España echa en falta más organizaciones como la Fundación Créate o Campus Madrid, instituciones que impulsan el emprendimiento poniendo a disposición de los jóvenes plataformas, cursos, ponencias y otro tipo de actividades y talleres.
Es hora de acabar con esta tesitura. Si se quiere revertir la situación actual y cerrar el capítulo del miedo, del temor a lanzar proyectos propios por parte de los jóvenes españoles, se debe empezar por cambiar la cultura, la mentalidad... por emprender medidas contra el miedo al fracaso.
Álvaro Esteban Keogh es responsable de Eureka PR. Joven emprendedor.
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